Construido por el estudio en 1990 y premiado en varias ocasiones, el hotel Industrial Berlier es una suerte de antececente de la Biblioteca Nacional de Francia. Fue el primer edificio con un muro cortina sin cornisas ni salientes visibles desde la calle. Las obras de rehabilitación se iniciaron en 2016 y se terminarán en 2020.

Con alrededor de 16.000 m², esta actuación va a ampliar el abanico de usos del edificio con la creación de laboratorios farmacéuticos, laboratorios dedicados a pruebas de materiales, una incubadora de empresas, etc.
Dirigido por la Régie Immobilière de la Ville de Paris (RIVP), el proyecto de rehabilitación consiste en hacer una puesta al día de este edificio industrial para mejorar su rendimiento, en términos de confort y consumo de energía, al tiempo que conserva la pureza de su volumen y la integridad de su envolvente.
 
En fachada, el proyecto se centra en preservar las cualidades del prisma de vidrio liso existente. El objetivo es preservar esta fachada al tiempo que ofrece una "herramienta" que sea  térmica y acústicamente potente. Para ello, se crea una segunda piel interior a 70 cm de la fachada existente, detrás del brisoleil metálico restaurado. Para liberar al máximo las plantas, la fachada también incorpora el equipo técnico de ventilación y las bandejas de cables. Los ascensores, las salas de ventilación y los conductos son, por tanto, visibles desde el exterior y le dan a la fachada una particular profundidad y modernidad.

Además, el entorno inmediato del edificio ha evolucionado considerablemente debido a la remodelación del vecindario, que ha acogido varios edificios de gran altura, incluidas las dos torres Duo. Por ello, los accesos y el entorno se han rediseñado para mejorar la relación del edificio con el suelo y con su nueva situación, al tiempo que se potencia la presencia de la vegetación en la parcela. Se crea una nueva entrada peatonal principal con un vestíbulo en la rue Bruneseau enfrentado a las torres DUO y que permite distribuir los flujos. Las escaleras de emergencia existentes a nivel de la calle también se retiran y se reintegran en el edificio, liberando así la fachada de cualquier elemento que perturbe la lectura del prisma de vidrio.