Dominique Perrault Architecture

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11 | 06 | 2008   |   22 | 09 | 2008

Dominique Perrault Architecture - Centre Georges Pompidou

París, Francia

Preguntas para Dominique Perrault o preguntas a una exposición

Para los artistas, las exposiciones son etapas cruciales en sus carreras. ¿Es lo mismo para los arquitectos?

Es muy diferente, en el sentido que para un arquitecto, la exposición no es una etapa, ni una sello de aprobación, ni un pasaje obligado. Digamos que para un arquitecto, la exposición obliga a fijar el pasado y a organizar el futuro. Lo que me parece interesante, es que el Centre Pompidou, que quiso programar esta exposición, no quiso que fuera un inicio de recorrido, ni una retrospectiva. Sino más bien una imagen realizada sobre la marcha. 

¿Cómo la diseñó? ¿Como un recorrido cronológico, como un paseo de un edificio a otro, de un país al otro, como un manifiesto, como una historia…?

A decir verdad, nada de eso. Frédéric Migayrou, curador de la exposición, quiso presentar la situación actual más que un recorrido, que un paseo o que un manifiesto. En realidad, aquí el argumento es más dialéctico que narrativo. Y, en el fondo, esta voluntad dialéctica se expresa desde el inicio de la exposición con la Biblioteca nacional de Francia y con el Mariinsky II en San-Petersburgo. Desde hace más de diez años la Biblioteca opaca todo el trabajo producido por la agencia en Francia como en el extranjero. En la escenografía de la exposición, la Biblioteca nacional de Francia aparece al inicio, como un epígrafe en la primera página de un libro. Cierto, la frase ilumina el método del autor, pero no debe ocultar el conjunto del texto. Asimismo, esta puesta en perspectiva de la Biblioteca y del Teatro muestra igualmente nuestra voluntad de no limitarnos a coqueterías de escritura unívoca. 

En cuanto a la cronología, no se limita a 1997. La multitud de fechas que marcan la exposición son la prueba. 

Sin embargo, una exposición conlleva un recorrido. Aún disperso o hasta ilógico, ¿cómo lo ha organizado?

Antes que nada, el lugar en el conjunto Pompidou: es abierto hacia la calle en tres de las fachadas. Yo quise entonces que, aún desde el exterior, se pueda medir la amplitud de las cosas. Luego, el interior: allí ya no hay lógica de recorrido, pero una lógica de lugar. Como se trata de un espacio específico y que se trata de penetrar en él, quise crear una especie de vestíbulo, un filtro de alguna manera. El visitante circula entre rollos de tejidos metálicos que son esenciales en mi arquitectura. Que no tienen nada de muros impenetrables, separadores, autoritarios. Pero que crean, al contrario, la permeabilidad, la interrelación. Así, de entrada se cancela el espacio cerrado a favor de un pasaje, de una travesía. 

Se vuelve a encontrar esta misma malla metálica, este mismo dispositivo que me permitió separar el muro del fondo en nueve secciones donde se proyectan 13 películas realizadas por Richard Copans sobre 13 realizaciones. Es una manera de descubrir la verdadera arquitectura, tal y como se vive en las construcciones y que la viven los usuarios. Además, este muro de fondo, de 32 metros de largo, y las nueve pantallas que miden cada una 3 x 2 metros son perfectamente perceptibles desde el exterior puesto que el conjunto de la exposición ha sido escenografiado a muy baja altura. 
Preguntas para Dominique Perrault o preguntas a una exposición, segunda parte

¿Cuál es la esencia de esta escenografía?

Se articula sobre cuatro elementos esenciales. La malla metálica y las pantallas que acabo de mencionar. A estos dos elementos se agrega un dispositivo de grandes mesas de baja altura repartidas a lo largo de todo el espacio de la galería. 

En esas mesas cohabitan dibujos, maquetas y materiales, así como pantallas que difunden otras películas. De una mesa a otra, pueden ser de un solo proyecto o de varios de ellos agrupados por estrategia, concepto o dispositivo o, al contrario, por contraste. Una vez más, estos conjuntos no responden ni a un desarrollo cronológico ni a un parentesco formal, pero a lo que yo llamo una lógica relacional. 

Se agregan igualmente, por encima de cada mesa, 20 grandes cajones luminosos (1x1 m) de doble faz que presentan los sitios en cuestión, de tal manera que el visitante pueda aprehender la situación urbana, el contexto natural, la realidad geográfica. 

E insisto, si todo es perfectamente fechado para marcar bien la relación con el tiempo, no se trata de ninguna manera de un recorrido cronológico. 

¿Cuáles son, en su opinión, los puntos fuertes de la exposición? 

Por supuesto, uno de ellos es, desde la entrada, la confrontación entre la Biblioteca nacional de Francia y el Teatro Mariinsky II. Algunos verán la oposición entre el rigor puro y una cierta forma de barroco. A lo largo de la visita, uno encuentra otras oposiciones, otras confrontaciones, otros enfrentamientos. Pero las cosas no son nunca tan simples o tan separadas como se pueden imaginar. Se trata de una relación dialéctica a la arquitectura, a su sentido, a su simbólica y a su realidad. A esa naturaleza que trata de operar la incesante transformación de los territorios, de modificar la substancia urbana, de nublar la percepción. Una manera de significar que, de ahora en adelante, la dimensión geográfica de la arquitectura se antepone a su dimensión histórica. 

Asimismo, esta sucesión de enfrentamientos son una oportunidad para afirmar que la escritura arquitectónica no es necesariamente unívoca. Que el rol de un arquitecto no es de imprimir su huella, de imponer su estilo, sino de tomar en cuenta cada situación en su especificidad y su complejidad. De allí esta voluntad de exponer una lógica conceptual más que estética. 

Más que una situación actual, ¿es esta exposición para usted la ocasión de expresar un sistema de creencias, un modo de funcionamiento, una manera de trabajar?

En la agencia, no establecemos ninguna jerarquía entre los registros, las disciplinas, las materias… Todo funciona de manera simultánea, en el instante. Sabemos que los tiempos de la construcción de la arquitectura son largos y que la duración de su vida se proyecta lejos en el tiempo, pero la rapidez es nuestro motor para el diseño. Siempre estamos en movimiento, en estado permanente de investigación y de experimentación. Y esto, aunque los temas sean latentes o patentes. Ya no hay comienzo ni final a nuestra acción, a nuestras acciones. En el fondo, lo que intentamos expresar a través de esta exposición, es que la arquitectura no es un objeto, ni una colección de objetos, pero una substancia. Y que esta substancia, la definimos, la alcanzamos a través de herramientas que son la esencia y la materia mismas de esta exposición. 

En efecto, más que hermosas imágenes o bellos objetos, o fotos o maquetas espectaculares, lo que hemos decidido exponer, mostrar y dar a comprender son las herramientas y los medios que componen nuestro día a día. De alcanzar la esencia misma del diseño arquitectónico y urbano. Al menos, tal y como lo practicamos.

“Dominique Perrault Architecture” 
 Galería Sur, Centre Pompidou, París 
11 de junio – 22 de septiembre del 2008  

bbg